En los últimos años, el coaching empresarial ha adquirido una mayor importancia. Es cada vez más evidente que las personas no sólo buscan una relación transaccional en su trabajo, sino un ambiente en el que puedan disfrutar de una "buena vida" mientras crecen tanto a nivel profesional como personal. La cultura organizacional se ha convertido en un factor clave para retener y atraer talento.
Las personas esperan que la cultura se viva de verdad, no solo que esté plasmada en infografías, paredes o documentos. Esto requiere práctica e introspección para entender cómo contribuimos a la cultura a través de nuestras acciones. El coaching empresarial ayuda a las personas a valorar las relaciones humanas para lograr una gestión más efectiva, bienestar y resultados significativos a nivel personal, de equipos y de la empresa.
La respuesta a estas preguntas nos ayuda a establecer compromisos, a evitar la automatización de nuestras acciones y nos permite mantener conversaciones significativas que contribuyan al futuro que deseamos construir. Todo esto se hace posible al ponerlo en práctica y al integrarlo como parte fundamental de la cultura empresarial.
Los líderes que inspiran y fomentan la participación activa, son aquellos que aportan un valor significativo a las organizaciones. El liderazgo generativo promueve la conexión constante con el propósito y valora las conversaciones como un medio para generar un compromiso auténtico que motive a la acción y cuide los resultados. Estos líderes dialogan sobre lo que es esencial para las personas, los equipos y la empresa. Se preocupan por el proceso para alcanzar los objetivos y crean las condiciones necesarias para mantener la motivación y el crecimiento de sus equipos.